Teorías de la visión
La teoría de la emisión
(también denominada en ocasiones teoría de la extromisión) es un antiguo
postulado que afirma que la percepción visual se produce gracias a unos
"rayos visuales" emitidos por los ojos. Esta teoría rivalizó durante
siglos, y acabó siendo desbancada, por la teoría de la intromisión, que
sostiene que la percepción visual proviene de algo capaz de representar los
objetos que se introduce en los ojos (más adelante se estableció que ese
"algo" son los rayos de luz reflejados). La física moderna ha
confirmado que la luz es físicamente transmitida por los fotones procedentes de
una fuente luminosa, como el sol, que ilumina los objetos visibles, y que
pueden ser captados por un detector, como un ojo humano o una cámara
fotográfica.
INTRAMISIÓN VS. EXTRAMISIÓN
La explicación de la visión ha fascinado desde la Antigüedad, entre otras razones debido a que se produce «a distancia». A diferencia del tacto, en el que hay un contacto continuo con el objeto durante la exploración, nuestra capacidad de ver implica ser capaz de conocer las características de un objeto (su forma, su color, su posición) sin que haya un contacto directo con el mismo. Conscientes de este problema, los pensadores de la Antigüedad propusieron diferentes explicaciones de la visión que, en resumen, proponían una de las dos posibilidades de conexión entre el objeto y el ojo: o el objeto emitía alguna «efluencia» que alcanzaba al ojo, produciendo así la visión (teorías de la intramisión), o era el ojo el que enviaba algún tipo de «fuerza visual» que capturaba las propiedades del objeto al entrar en contacto con él (teorías de la extramisión).
Es en la obra de Kepler en
donde se desarrolla, a partir del modelo de la cámara oscura, la idea moderna
de la imagen retiniana (Lindbergh, 1976). Sin embargo, este desarrollo le debe
mucho a los cambios introducidos en la Teoría de la Intramisión por el
matemático y filósofo árabe Alhacén. Alhacén transforma radicalmente el modo en
el que el proceso de intramisión es entendido en la Europa Medieval y
Renacentista al utilizar los conceptos de la tradición perspectivista en la
explicación del tipo de afluencia que alcanzaba al ojo desde los objetos.
Dándole, en cierto sentido, la vuelta a la teoría de la extramisión de Euclides
y Ptolomeo, Alhacén propone, por primera vez, que la visión ocurre porque cada
punto de cada objeto del ambiente emite rayos de luz en línea recta y en todas
direcciones, de modo que aquéllos que alcanzan el ojo son los responsables de
que ocurra la visión. Sin embargo, y debido a los limitados conocimientos sobre
la fisiología del ojo y los procesos de refracción óptica, esta nueva idea
plantea un nuevo conjunto de problemas teóricos, tanto a Alhacén como a los autores
posteriores (véase Lindbergh, 1976).
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